domingo, 20 de febrero de 2011

Cap.3.¡Por fin viernes!

¡Por fin Viernes! ¡Bien! Me he levantado a las 8 menos 10, porque ¡tengo examen de mate! buff que nervios…pero yo creo que me saldrá bien, no es muy difícil… Después de repasar un rato me visto y mi primera frase del día es… ¡mierda! ¡Tengo gimnasia! Y me tengo que poner el chándal… ¡con lo que lo odio! Olvido ese pensamiento y me voy a la cocina, me preparo unas tostadas y una se me quema…es lo que nos pasa a los principiantes en la cocina...jaja...

Me lavo los dientes y miro el reloj, me doy prisa ya que Aisha me está esperando abajo y no me gusta llegar tarde. Cuando bajo las doy los buenos días y me coloco como siempre al lado de Aisha y comento con ella los planes que tenemos para hoy, unos que la han gustado mucho a ella. Llegamos a clase de inglés y nos tocaba hacer un diálogo. Le terminamos pronto y nos ponemos a hablar, como siempre… Después nos toca alemán, clase que Aisha y yo odiamos y siempre decimos… ¡último año que cogemos alemán! Aunque luego eso por desgracia no será verdad. Salimos contentas de alemán ya que hasta el martes no tenemos y nos toca tutoría, pero por suerte nos llevaron a los ordenadores para mirar nuestros estudios futuros. Yo sé que voy a ser profesora de infantil o de latín, pero Aisha se trae mucho jaleo, porque está empeñada en ir a Salamanca, pero claro, periodismo allí no hay, así que ha elegido finalmente hacer documentación, un buen paso para ser escritora.

En el recreo estamos todos nerviosísimos y nuestras amigas Alice y Yaiza se disponen a ir a clase para comenzar su examen de matemáticas. Ellas están más nerviosas que nosotras ya que sus mates son las “difíciles”. Nosotras tenemos educación física… ¡puf a correr! Por suerte siempre me pongo con Aisha y es tan maja que corre más despacio por mí…aunque a veces también me lleva muy rápido y casi muriéndome, ella me dice que me pare, ya que mi resistencia física es menor que la suya, pero cojo fuerzas y sigo corriendo.

Llegamos a música y la profesora nos deja estudiar matemáticas. Aisha y yo comenzamos a ponernos nerviosas, pero finalmente se nos pasan los nervios… Llega la profesora de Matemáticas, feliz como siempre y nos da la gran alegría de que nos deja calculadora, jaja… Salimos del examen y comparamos soluciones. Aisha cree que ha suspendido la tercera parte, pero seguro que la recuperará.

Llego a casa, como, me pongo un rato al ordenador, me ducho, me visto y me voy a coro con Aisha, Alice y Yaiza. Después de coro nos vamos Aisha, Yaiza y yo junto con un grupo de chicos y chicas mayores que nosotros a una presentación de un libro. Dura alrededor de una hora.

Después de esa eterna hora nos vamos junto con los chicos del grupo al Burger King a cenar algo. Todas las que atendían eran extranjeras, y a Aisha la dieron mal su pedido, pero le cambió a tiempo. Mientras cenábamos hablamos de cosas interesantes, y al cabo de un rato decidimos irnos. Nos despedimos de ellos y acompañamos a Yaiza a su casa. Allí estuvimos jugando con su perro y nos dejó un paraguas ya que llovía, pero cuando salimos de su casa ha dejado de llover… ¡qué coincidencia!

Por el camino nos recoge el padre de Aisha y me lleva a casa. Despido a Aisha y a su padre cuando me traen a casa. Llego a casa, hablo con mi madre y me pongo al ordenador a hablar con Aisha. La despido y me voy a la cama ya que estoy muerta de sueño. Cuando me meto en la cama, tengo frío y no cojo la postura correcta. Me pongo boca abajo y ya no sé lo que paso después, me quedé frita…


LUCY

domingo, 13 de febrero de 2011

Cap.2.¡Por fin viernes!

Era un día como otro cualquiera. Me levanté de la cama, me vestí, desayune, cogí las cosas y me dispuse a ir a la parada del autobús, allí como la mayoría de los días, había una chiquilla con dos o tres años más que yo, pero al ser bajita aparentaba menos. Menos mal que era viernes, nuestro esperado viernes, el viernes en el que ves a gente no habitual. Llevaba dos semanas irritables, borde, no sé, en general con un malestar interior, pero tras estas semanas ETERNAS, por fin viernes.

Tras bajar del autobús, una amiga y yo siempre pasamos a buscar a un compañero de clase. El siempre responde un sí, un va, un ya bajo, un voy, casi siempre suelo adivinar lo que va a decir. Cuando sale de casa, siempre está dormido y un poco descolocado (mal vestido) y siempre que entramos en clase le coloco las cosas. Mientras caminamos para el colegio, nos encontramos a muchos niños que marchan a sus colegios, la mayoría acompañados, y unos de esos niños por no decir hombre, es un chico que vemos por la tarde (tarde del viernes).

Me gusta estar con la música puesta en todo momento, y a todo volumen, ello hace que me pueda evadir del mundo, que pueda escuchar lo que la gente dice cantando. La música es la gran amiga que nos ayuda a expresar aquello que sentimos. Puff amo la música y todo lo relacionado con ella.

En el colegio todo transcurre con normalidad, seis horas sentada en una silla mirando hacia todas las direcciones, compañeros, pizarra (a menudo), escuchando cantidad de chorradas y de cosas interesantes, hablando, hablando con mis compañeros, amigos mejor dicho, riéndome a carcajadas sobre cualquier parida dicha.
Alice, con ella paso la mayor parte del tiempo que paso en el colegio, pues ella quiere estudiar lo mismo que yo y a demás, se sienta delante de mí y cualquier día de las risas nos van a echar de clase.

Al salir de las clases me entra un subidón, después de pasarte 30 horas metidas en un sitio, supongo que es lo más normal. Cuando llego a casa mi perro me espera desde el porche, esta saltando como loco desde que me ve, yo creo que es la única persona que se alegra al verme (persona, porque para mí es un miembro más de la familia). Como, lo que me da tiempo a comer, porque al vivir lejos, tengo menos tiempo para hacer las cosas.

Por la tarde voy con Lucy, Aisha y Alice, a la escolanía del colegio, a ellas también les gusta la música, y comparto más afinidad en sentido musical con Aisha, la conozco de poco tiempo, pero es una gran persona y espero poder estar con ella toda mi vida, la quiero mucho.

Después de coro, vamos a una actividad que hace una persona maravillosa, una persona que me ayuda en todo lo que puede y más. Allí conocí a gente más mayor que yo, pero que tiene las mismas ideas que yo, aunque ellos saben más cosas por supuesto, por algo son más mayores. Comparto con ellos ideales sobre el amor, ellos piensan lo mismo que yo, hasta se quedaron alucinados de que alguien de mi edad pensara así. Daré una y mil veces gracias a Dios por darme la vida tan maravillosa que tengo, por tener siempre y en todo momento personas que me quieren y personas a las que poder querer, por darme todos los días una razón para amar la vida que me da.

Yaiza