domingo, 13 de febrero de 2011

Cap.2.¡Por fin viernes!

Era un día como otro cualquiera. Me levanté de la cama, me vestí, desayune, cogí las cosas y me dispuse a ir a la parada del autobús, allí como la mayoría de los días, había una chiquilla con dos o tres años más que yo, pero al ser bajita aparentaba menos. Menos mal que era viernes, nuestro esperado viernes, el viernes en el que ves a gente no habitual. Llevaba dos semanas irritables, borde, no sé, en general con un malestar interior, pero tras estas semanas ETERNAS, por fin viernes.

Tras bajar del autobús, una amiga y yo siempre pasamos a buscar a un compañero de clase. El siempre responde un sí, un va, un ya bajo, un voy, casi siempre suelo adivinar lo que va a decir. Cuando sale de casa, siempre está dormido y un poco descolocado (mal vestido) y siempre que entramos en clase le coloco las cosas. Mientras caminamos para el colegio, nos encontramos a muchos niños que marchan a sus colegios, la mayoría acompañados, y unos de esos niños por no decir hombre, es un chico que vemos por la tarde (tarde del viernes).

Me gusta estar con la música puesta en todo momento, y a todo volumen, ello hace que me pueda evadir del mundo, que pueda escuchar lo que la gente dice cantando. La música es la gran amiga que nos ayuda a expresar aquello que sentimos. Puff amo la música y todo lo relacionado con ella.

En el colegio todo transcurre con normalidad, seis horas sentada en una silla mirando hacia todas las direcciones, compañeros, pizarra (a menudo), escuchando cantidad de chorradas y de cosas interesantes, hablando, hablando con mis compañeros, amigos mejor dicho, riéndome a carcajadas sobre cualquier parida dicha.
Alice, con ella paso la mayor parte del tiempo que paso en el colegio, pues ella quiere estudiar lo mismo que yo y a demás, se sienta delante de mí y cualquier día de las risas nos van a echar de clase.

Al salir de las clases me entra un subidón, después de pasarte 30 horas metidas en un sitio, supongo que es lo más normal. Cuando llego a casa mi perro me espera desde el porche, esta saltando como loco desde que me ve, yo creo que es la única persona que se alegra al verme (persona, porque para mí es un miembro más de la familia). Como, lo que me da tiempo a comer, porque al vivir lejos, tengo menos tiempo para hacer las cosas.

Por la tarde voy con Lucy, Aisha y Alice, a la escolanía del colegio, a ellas también les gusta la música, y comparto más afinidad en sentido musical con Aisha, la conozco de poco tiempo, pero es una gran persona y espero poder estar con ella toda mi vida, la quiero mucho.

Después de coro, vamos a una actividad que hace una persona maravillosa, una persona que me ayuda en todo lo que puede y más. Allí conocí a gente más mayor que yo, pero que tiene las mismas ideas que yo, aunque ellos saben más cosas por supuesto, por algo son más mayores. Comparto con ellos ideales sobre el amor, ellos piensan lo mismo que yo, hasta se quedaron alucinados de que alguien de mi edad pensara así. Daré una y mil veces gracias a Dios por darme la vida tan maravillosa que tengo, por tener siempre y en todo momento personas que me quieren y personas a las que poder querer, por darme todos los días una razón para amar la vida que me da.

Yaiza

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