Prólogo: El Tiempo

El tiempo, un medidor de los momentos de la vida. Siempre está presente, unas veces se nos aparece lentamente, otras demasiado deprisa e incluso algunas veces corto y otras largo, pero siempre está con nosotros:

Por la noche y el día, en los momentos buenos y malos, fáciles y difíciles, pequeños y grandes, tristes y alegres, dulces y salados, agrios y amargos, solos y acompañados...

Unas veces jugándote malas pasadas, otras hermosas, y algunas desastrosas. Cada momento es único en la vida, nunca se repite el mismo gesto, el mismo sonido. Las cosas cambian según el tiempo. Él elige el camino de la vida...

Cada persona lo ve diferente. Yo lo veo como un medidor, como lo son la longitud, el peso, la velocidad. Aunque lo mejor de él son los momentos imprescindibles, duraderos y eternos...

Cada día una prueba que superar; cada suspiro, un recuerdo que olvidar; cada movimiento, un dolor sin cesar; cada pensamiento, una experiencia que estudiar; cada problema, una solución que buscar; cada experiencia, una guia que seguir...

Tú decides si ser su amigo o enemigo; de seguirle la corriente o rebelarte; de ser igual que él o diferente...


Aisha